Las lámparas UV de baja presión producen radiación monocromática a una longitud de onda de 254 nm, lo que las hace ideales para una variedad de aplicaciones de desinfección y esterilización. Las lámparas tienden a ser largas, alrededor de 100 cm, y emiten UV a alta intensidad.
Las lámparas ultravioleta de baja presión tienen una vida útil operativa de hasta 8000 horas y convierten hasta el 35 %* de la energía eléctrica de la lámpara en UVC, que para ciertas aplicaciones puede ofrecer una alternativa rentable a las lámparas de mercurio de presión media para agua, aire y sistemas de desinfección de superficies, así como el control de olores no deseados en el aire.